Una obra de narración oral que se estrenará en la sala Nachman, con Mariela Kogan y Sol Lavítola.
“Nuria, la cuentacuentos del bosque” es la obra que se estrenará este martes en la sala Nachman del Teatro Auditorium en el marco del ciclo “El teatro y la escuela”. Luego de este debut, la próxima función será el 27 de noviembre en El Club del Teatro (Rivadavia 3422).
Se trata de un espectáculo para las infancias, creado e interpretado por las artistas Mariela Kogan y Sol Lavítola, que entrelaza narración oral de historias con diversas técnicas de animación de objetos, artes plásticas e ilustración.
El proyecto cuenta con asistencia técnica de Javier Festa y fue realizado mediante un subsidio de la Fundación Williams y con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro.
Cabe señalar que Kogan es escritora y narradora oral y Lavítola es marionetista e ilustradora; desde hace un tiempo, motivadas por la admiración mutua de sus trabajos, decidieron empezar a crear algo juntas, en donde los lenguajes narrativos y visuales dialogaran de modo sutil y poético.
Así nació “Nuria, la cuentacuentos del bosque”, obra que narra la historia de una joven que ama los cuentos, y que, motivada por la misteriosa existencia de una casa llena de libros en medio del bosque, parte una mañana en esa búsqueda. Nuria hallará la casa y la posibilidad de llevar sólo un libro por vez; también, una pequeña puerta con un cartel de “No abrir”. El hallazgo de los libros entusiasma a la protagonista, al tiempo que el misterio de la puerta despierta su curiosidad.
Nuria tomará un libro prestado y al atardecer lo leerá en voz alta en la plaza del pueblo. Irá y volverá tres veces con un libro diferente, y cada vez, al leer en voz alta en la plaza del pueblo, más gente se reunirá a disfrutar sus narraciones. Finalmente, en la última visita a la casa del bosque, la joven develará el misterio de la puerta cerrada, lo que a su vez deviene en el desenlace de la historia.
En los momentos en que Nuria lee los libros en voz alta, la narración se combina con retroproyecciones de filminas que ilustran y complementan el texto de modo sugerente (al estilo libro-álbum).
Para la creación de dichas proyecciones se han explorado recursos como dibujo en vivo, sombras, kinerama, juegos de solapas, etc, con el propósito de lograr movimiento a través de tecnología analógica. Las técnicas y materiales utilizados han sido tintas, acuarelas, calados y collages, entre otros. De este modo, la obra apunta a despertar una mirada y una escucha atenta y sutil, con un ritmo de palabra y texto que confían en la sensibilidad del público. Apostando, en tiempos de sobrestimulación tecnológica a rescatar la belleza poética y el asombro por lo simple.